Testimonios
TESTIMONIOS QUE HAN QUERIDO EXPRESAR SU EXPERIENCIA ...
Jose, Alemania.
Mi experiencia con Roser empieza gracias a un familiar que me pasa su contacto. Este familiar había estado en terapia con ella y me la recomendó. Yo no podía acudir a su despacho y hicimos las sesiones online. Yo vivo en Alemania por trabajo y quería iniciar tratamiento con ella. No sabía si la modalidad de online me sería cómoda porque estoy acostumbrado al trato de tu a tu y me era algo nuevo.Des de la primera sesión, me sentí muy bien: me sentí acompañado y bien atendido en todo momento sin importar la distancia.
Hemos trabajado mi ansiedad en relación al trabajo y el cómo yo gestionaba mis emociones. Ella me hizo ver que no tenía que cambiar los aspectos de afuera ( yo siempre insistía en cambiar todo aquello que no me hacía sentir bien: un compañero, unas reuniones tensas, un jefe autoritario e impositivo,..).No lograba el control de lo externo y mi ansiedad cada vez iba a más. Y me enseño a modificar mis pensamientos dañinos y gestionar mis emociones des de mi propio timón, no dejándome llevar por las corrientes externas. Gracias por tanto!!
Hemos trabajado mi ansiedad en relación al trabajo y el cómo yo gestionaba mis emociones. Ella me hizo ver que no tenía que cambiar los aspectos de afuera ( yo siempre insistía en cambiar todo aquello que no me hacía sentir bien: un compañero, unas reuniones tensas, un jefe autoritario e impositivo,..).No lograba el control de lo externo y mi ansiedad cada vez iba a más. Y me enseño a modificar mis pensamientos dañinos y gestionar mis emociones des de mi propio timón, no dejándome llevar por las corrientes externas. Gracias por tanto!!
Carolina, Lloret de Mar.
He decidido contar mi historia sin ser anónima y abiertamente porque para mi, una historia de superación personal siempre es algo bonito y bueno de contar, por si sirve de algo para otros, y por reconocerme en el día de ayer y verme en el día de hoy, mirarme de forma honesta frente a un espejo, pero de verdad, sin filtros, poniendo el consciente y el subconsciente.
Llegue a la consulta de Roser de una forma un tanto peculiar, ya que su despacho de visitas lo tenía en el mismo centro donde yo trabajaba como recepcionista y esteticista.
Y yo dentro de mi pensaba: se que yo también necesito ayuda, pero me negaba a expresarlo con palabras, eso sólo era un pensamiento únicamente mío, sabía que tenía mucho que aprender, aprender a gestionarme, a gestionar mis emociones sobre todo, ya que yo era una bomba explosiva a punto siempre de saltar por los aires, y una parte de mí sigue siendo así, porque es cierto que las personas cambiamos y mejoramos siempre que pongamos nuestra voluntad, pero hay partes de cada uno que son nuestra esencia, yo siempre fui una persona explosiva, solo había que aprender a serlo cuando la situación lo requería de verdad.
Mi situación en 2017 era cuanto menos un tanto loca, primero compartí piso con una persona que para mi ya no tiene ninguna importancia, pero que provocó un kaos bastante feo... Ella finalmente se fue. Así que empecé a vivir sola, literalmente sola, en Mataro, la ciudad donde vivo desde hace casi 4 años, no conocía a nadie, andaba sola por todos lados, solo conocía a mis compañeras de trabajo, las cuales me apoyaron y me ayudaron muchísimo a varios niveles. Arrastraba desde 2013 la muerte de mi yaya, un trago muy duro y amargo, el cáncer se la llevo tan lentamente, que el sufrimiento era insoportable, y cuando se fue todo se hizo más insoportable... Ella era uno de los pilares más fundamentales e imprescindibles de mi vida, así que caí en un pozo muy profundo, de pena, de frustración, de auto compasión, tras ella también perdí a mis dos perros en el mismo año, que quizás para algunos no será importante pero para mi, los animales que me acompañan en mi vida, también son mi familia, y aquello fue devastador, pensaba que no era posible sumirse en una oscuridad más profunda en la que ya me encontraba, y si, era posible ir más al fondo aún.... A todo esto había que sumarle la situación de mi familia, rota, desestructurada, dolida, desamparada, apenas hablábamos, todo era dolor, mi abuelo no dejaba de llorar y de decir que tendría que haberse marchado él primero, otro familiar que solo pensando en el dinero de la herencia de mi yaya... Para mi salir a la calle era ir pisando mierda. Tal como se lo describí a Roser cuando le contaba entre lágrimas que sucedía dentro de mi: Roser, yo en 2013 pude escuchar, literalmente, como mi alma y mi corazón se partían en mil cachos, pude oír el crak, la rotura interior que tanto dolor me causó.... Jamás he sentido tanto dolor interno... A penas recuerdo qué hacía en 2013, tengo recuerdos vagos de mi día a día, a penas soy capaz de organizar mis recuerdos de ese maldito año... Y sigue siendo así, aunque ahora cuando trato de recomponer ese año, lo hago de forma metódica, matemática, como si me estuviera haciendo un esquema, solo lo necesito para organizar mi cabeza, ahora ya no busco el dolor que sentí, ahora solo quiero amueblar esa parte que tanto daño me hizo, para ser consciente 100% de todo, nada mas.
En septiembre de 2017 mi cuerpo y mi mente dijeron basta, me hundí.... Y la gota que colmó el vaso fue un chico, pensaréis: Menuda tontería... Pues fue un chico que me engañó como nadie nunca lo había hecho en la vida, básicamente esa persona se inventaba una vida que no tenia... Una locura vaya...Se le llama mitomanía, la suerte es que solo duro un mes y que no fue ni doloroso, aunque en ese momento pensaba que si, realmente era rabia, rabia hacia mi misma, por haberme dejado engañar a esos niveles, y me autoconpadecia con la típica pregunta de: Joder, porque todo a mi? A día de hoy se, sin lugar a dudas que conocer aquella persona detestable me estaba construyendo el puente que me llevo a tomar la decisión de empezar terapia con Roser, y además, también fue el puente que me llevo a conocer a mi pareja actual desde hace un año y medio, con quien estoy muy feliz, porque somos muy diferentes pero una vez más, Roser me dio la clave. El y yo, hemos sabido encontrar nuestros puntos en común y aprovechar las cosas diferentes para aprender cada día. A día de hoy somos mucho más que una pareja.
Entré el primer día en la consulta y la primera pregunta de Roser fue: A ver Carol, explícame, que pasa? Mi respuesta? Muy fácil, me puse a llorar cual bebé sin su chupete... Y quizás en cierto modo era así...
Pronto descubrió que me auto exigía en exceso, que me costaba apoyarme en mi familia, es decir, nunca les contaba a mis padres lo mal y vacía que me sentía, porque ni yo entendía el porqué de aquel vacío tan grande dentro de mi, no quería contarles nada por no hacerles sufrir, cuando la realidad es al revés. En mi trabajo las cosas no andaban bien, mi rendimiento no era bueno y además no lograba ser amable con mis clientes. También descubrió que buscaba en mis nuevas compañías la comprensión de mi abuela, ese amor que perdí y que nunca más volvería a ser posible, si el amor, pero no el que nos teníamos nosotras... Mi Yeyé le llamaba yo, aún me sorprende estar escribiendo todo esto y no haber soltado ni una lágrima, pero las reservo para el final, porque todo esto a día de hoy ya no causa sufrimiento, sigue doliendo, pero no sufro... Y ahora mis lagrimas son otras.
Roser se dio cuenta de muchas cosas en poco tiempo, y me las planteo sin titubear ni un momento, me dio las herramientas necesarias para gestionar mis emociones, mis actitudes, y además conseguí pintar la línea que separa a las personas que merecen todo lo bueno y lo malo de mi, y las que no merecen ni lo malo. Comprendí que no todo el mundo puede sentarse a cenar en la mesa de mi vida... Comprendí que mi familia sufre si no sabe como estoy, como me siento y porque lo siento así... Aprendí que las decisiones se toman, no te toman, que te hace daño quien tu permites que te lo haga, que el dolor existe y es natural, pero que el sufrimiento es una elección. Roser me abrió la ventana a un universo, yo había atascado esa ventana buscando respuestas inexistentes, respuestas que ni eran ni son relevantes para que yo pudiera seguir mi camino, que ahora prefiero un: Y porque no?
Y es por eso que ahora si lloro, porque mis lagrimas son de pura felicidad y satisfacción absoluta... Cambié, y mucho, me trabaje de dentro a fuera, consciente y subconsciente, de pies a cabeza... Ahora no solo me miro en el espejo, ahora me veo! Y de qué manera!
Y que verdad eso de que las mejores cosas están detrás del miedo...
Espero que leerme sirva a de algo a alguien, que cuando creas que no puedes más, si puedes, que pidáis ayuda, que no es necesario morir en vida!
Gracias Roser, por ver quien y como soy, por ayudarme tanto, por darme las herramientas que necesitaba, por impulsarme y hacerme sentir que si puedo todo pero con ayuda! Gracias por no ser la típica psicóloga de libro, por tratar a las personas de forma especial, una por una. Por tu profesionalidad y tu apoyo!
-Carolina-
Hola, mi nombre es ,Carolina, soy de Lloret de Mar y desde 2016 vivo en Mataro. Aunque antes de llegar a Mataro viví dos años en Barcelona, mi vida dio un giro de 180 en 2014.
He decidido contar mi historia sin ser anónima y abiertamente porque para mi, una historia de superación personal siempre es algo bonito y bueno de contar, por si sirve de algo para otros, y por reconocerme en el día de ayer y verme en el día de hoy, mirarme de forma honesta frente a un espejo, pero de verdad, sin filtros, poniendo el consciente y el subconsciente.
Llegue a la consulta de Roser de una forma un tanto peculiar, ya que su despacho de visitas lo tenía en el mismo centro donde yo trabajaba como recepcionista y esteticista.
La pude conocer durante un año como persona y como profesional, vi salir de su consulta desde niños hasta personas mayores, habían personas que entraban en bastante mal estado y que tras varias sesiones y pasado un tiempo de tratamiento con ella salían de allí completamente diferentes, con otra mirada, con una sonrisa, con más seguridad, curados, rehabilitados, a punto para echar a volar!
Y yo dentro de mi pensaba: se que yo también necesito ayuda, pero me negaba a expresarlo con palabras, eso sólo era un pensamiento únicamente mío, sabía que tenía mucho que aprender, aprender a gestionarme, a gestionar mis emociones sobre todo, ya que yo era una bomba explosiva a punto siempre de saltar por los aires, y una parte de mí sigue siendo así, porque es cierto que las personas cambiamos y mejoramos siempre que pongamos nuestra voluntad, pero hay partes de cada uno que son nuestra esencia, yo siempre fui una persona explosiva, solo había que aprender a serlo cuando la situación lo requería de verdad.
Mi situación en 2017 era cuanto menos un tanto loca, primero compartí piso con una persona que para mi ya no tiene ninguna importancia, pero que provocó un kaos bastante feo... Ella finalmente se fue. Así que empecé a vivir sola, literalmente sola, en Mataro, la ciudad donde vivo desde hace casi 4 años, no conocía a nadie, andaba sola por todos lados, solo conocía a mis compañeras de trabajo, las cuales me apoyaron y me ayudaron muchísimo a varios niveles. Arrastraba desde 2013 la muerte de mi yaya, un trago muy duro y amargo, el cáncer se la llevo tan lentamente, que el sufrimiento era insoportable, y cuando se fue todo se hizo más insoportable... Ella era uno de los pilares más fundamentales e imprescindibles de mi vida, así que caí en un pozo muy profundo, de pena, de frustración, de auto compasión, tras ella también perdí a mis dos perros en el mismo año, que quizás para algunos no será importante pero para mi, los animales que me acompañan en mi vida, también son mi familia, y aquello fue devastador, pensaba que no era posible sumirse en una oscuridad más profunda en la que ya me encontraba, y si, era posible ir más al fondo aún.... A todo esto había que sumarle la situación de mi familia, rota, desestructurada, dolida, desamparada, apenas hablábamos, todo era dolor, mi abuelo no dejaba de llorar y de decir que tendría que haberse marchado él primero, otro familiar que solo pensando en el dinero de la herencia de mi yaya... Para mi salir a la calle era ir pisando mierda. Tal como se lo describí a Roser cuando le contaba entre lágrimas que sucedía dentro de mi: Roser, yo en 2013 pude escuchar, literalmente, como mi alma y mi corazón se partían en mil cachos, pude oír el crak, la rotura interior que tanto dolor me causó.... Jamás he sentido tanto dolor interno... A penas recuerdo qué hacía en 2013, tengo recuerdos vagos de mi día a día, a penas soy capaz de organizar mis recuerdos de ese maldito año... Y sigue siendo así, aunque ahora cuando trato de recomponer ese año, lo hago de forma metódica, matemática, como si me estuviera haciendo un esquema, solo lo necesito para organizar mi cabeza, ahora ya no busco el dolor que sentí, ahora solo quiero amueblar esa parte que tanto daño me hizo, para ser consciente 100% de todo, nada mas.
En septiembre de 2017 mi cuerpo y mi mente dijeron basta, me hundí.... Y la gota que colmó el vaso fue un chico, pensaréis: Menuda tontería... Pues fue un chico que me engañó como nadie nunca lo había hecho en la vida, básicamente esa persona se inventaba una vida que no tenia... Una locura vaya...Se le llama mitomanía, la suerte es que solo duro un mes y que no fue ni doloroso, aunque en ese momento pensaba que si, realmente era rabia, rabia hacia mi misma, por haberme dejado engañar a esos niveles, y me autoconpadecia con la típica pregunta de: Joder, porque todo a mi? A día de hoy se, sin lugar a dudas que conocer aquella persona detestable me estaba construyendo el puente que me llevo a tomar la decisión de empezar terapia con Roser, y además, también fue el puente que me llevo a conocer a mi pareja actual desde hace un año y medio, con quien estoy muy feliz, porque somos muy diferentes pero una vez más, Roser me dio la clave. El y yo, hemos sabido encontrar nuestros puntos en común y aprovechar las cosas diferentes para aprender cada día. A día de hoy somos mucho más que una pareja.
Entré el primer día en la consulta y la primera pregunta de Roser fue: A ver Carol, explícame, que pasa? Mi respuesta? Muy fácil, me puse a llorar cual bebé sin su chupete... Y quizás en cierto modo era así...
Pronto descubrió que me auto exigía en exceso, que me costaba apoyarme en mi familia, es decir, nunca les contaba a mis padres lo mal y vacía que me sentía, porque ni yo entendía el porqué de aquel vacío tan grande dentro de mi, no quería contarles nada por no hacerles sufrir, cuando la realidad es al revés. En mi trabajo las cosas no andaban bien, mi rendimiento no era bueno y además no lograba ser amable con mis clientes. También descubrió que buscaba en mis nuevas compañías la comprensión de mi abuela, ese amor que perdí y que nunca más volvería a ser posible, si el amor, pero no el que nos teníamos nosotras... Mi Yeyé le llamaba yo, aún me sorprende estar escribiendo todo esto y no haber soltado ni una lágrima, pero las reservo para el final, porque todo esto a día de hoy ya no causa sufrimiento, sigue doliendo, pero no sufro... Y ahora mis lagrimas son otras.
Roser se dio cuenta de muchas cosas en poco tiempo, y me las planteo sin titubear ni un momento, me dio las herramientas necesarias para gestionar mis emociones, mis actitudes, y además conseguí pintar la línea que separa a las personas que merecen todo lo bueno y lo malo de mi, y las que no merecen ni lo malo. Comprendí que no todo el mundo puede sentarse a cenar en la mesa de mi vida... Comprendí que mi familia sufre si no sabe como estoy, como me siento y porque lo siento así... Aprendí que las decisiones se toman, no te toman, que te hace daño quien tu permites que te lo haga, que el dolor existe y es natural, pero que el sufrimiento es una elección. Roser me abrió la ventana a un universo, yo había atascado esa ventana buscando respuestas inexistentes, respuestas que ni eran ni son relevantes para que yo pudiera seguir mi camino, que ahora prefiero un: Y porque no?
Que un simple: Porque?
Que los humanos somos como el tiempo, relativos, y que cambiamos, para bien o para mal, en el curso de este.
Que cada decisión son 3 nuevos caminos para elegir, que todo cuesta pero que la recompensa es muy dulce. Y ahora es cuando lloro de verdad. Porque dejé de trabajar en mi anterior trabajo, en el que llevaba 3 años, donde conocí a Roser, para coger el timón de mi propio barco, soltar amarres y navegar libre, en resumen: Ser, por fin, Capitana!
Y es por eso que ahora si lloro, porque mis lagrimas son de pura felicidad y satisfacción absoluta... Cambié, y mucho, me trabaje de dentro a fuera, consciente y subconsciente, de pies a cabeza... Ahora no solo me miro en el espejo, ahora me veo! Y de qué manera!
Me conozco un poco más y conozco plenamente cuál es mi potencial. Mi familia son los primeros en saber hasta cuando me duele una uña... Sin duda, los lazos se han estrechado más aún si cabía. Y tanto mi familia como mis amigas me miran y veo orgullo en sus miradas, están felices por mi. Que alguien me diga una recompensa que supere eso! Sin duda Roser fue artífice de que yo por fin pusiera en práctica eso que tanto digo: Que el miedo solo te haga sentir que sigues viva y por consecuencia, sigues teniendo una oportunidad más para hacer posible todo lo que te propongas!
Y que verdad eso de que las mejores cosas están detrás del miedo...
Espero que leerme sirva a de algo a alguien, que cuando creas que no puedes más, si puedes, que pidáis ayuda, que no es necesario morir en vida!
Gracias Roser, por ver quien y como soy, por ayudarme tanto, por darme las herramientas que necesitaba, por impulsarme y hacerme sentir que si puedo todo pero con ayuda! Gracias por no ser la típica psicóloga de libro, por tratar a las personas de forma especial, una por una. Por tu profesionalidad y tu apoyo!
Para mi la mejor psicóloga que jamás me ha atendido! Os la recomiendo 100%.
-Carolina-
L.V , Barcelona
A pesar de la mejoría continuaba arrastrando la obsesión, a temporadas recaía, pensaba que ya era algo que formaba parte de mi y que nunca podría estar bien.
Recientemente me empezaron muchas manías y obsesiones por todo, que cada vez se hacían mas grandes, vivía con mucho miedo e inseguridad, le daba a todo mil vueltas, no podía disfrutar de las cosas ya que vivía continuamente en mis pensamientos de catástrofe, me sentía atrapada en ellos y no era capaz de salir de esa espiral.
Desde la adolescencia siempre me he sentido muy inestable emocionalmente, enfermé de anorexia, para mi fue un desencadenante de muchos sentimientos negativos que llevaba y no sabía gestionar, estuve en un centro de día dos años en el que entré a través de Roser que conocí en el hospital general por un ingreso.
A pesar de la mejoría continuaba arrastrando la obsesión, a temporadas recaía, pensaba que ya era algo que formaba parte de mi y que nunca podría estar bien.
Recientemente me empezaron muchas manías y obsesiones por todo, que cada vez se hacían mas grandes, vivía con mucho miedo e inseguridad, le daba a todo mil vueltas, no podía disfrutar de las cosas ya que vivía continuamente en mis pensamientos de catástrofe, me sentía atrapada en ellos y no era capaz de salir de esa espiral.
Decidí en pedir ayuda, pues tenia miedo de mi propia mente y de lo lejos que puede llegar tras lo vivido con el trastorno alimentario. Contacté con Roser, pues para mi fue muy importante su ayuda años atrás, una persona especial que me transmite muchísima confianza y tranquilidad, siempre dispuesta a ayudar en todo momento.
En este tiempo con las sesiones al ir trabajando, me ha inculcado en lo importante que es expresar los sentimientos y no guardarme las cosas para mi, a vivir el presente y dejarme llevar, no querer controlarlo todo y cortar con los pensamientos negativos. A construir en dedicarme tiempo a mi y hacer cosas que me gustan, todo esto hacer que ganase mas confianza en mi y las obsesiones poco desapareciesen.
Respecto al trastorno alimentario gracias a poner orden y esa mejoría general nunca me había sentido tan libre.
Mirar atrás y ver ese crecimiento que he hecho gracias a la ayuda de Roser me hace muy feliz, aprecio mas cada instante, no anticipo tanto y dejo que las cosas fluyan por si solas.
Respecto al trastorno alimentario gracias a poner orden y esa mejoría general nunca me había sentido tan libre.
Mirar atrás y ver ese crecimiento que he hecho gracias a la ayuda de Roser me hace muy feliz, aprecio mas cada instante, no anticipo tanto y dejo que las cosas fluyan por si solas.
A.B , Sabadell
La meva història no és cap drama. Bé, va tenir una part dramàtica, però a dia d’avui ho veig com un canvi positiu.
És la història d’una ruptura, de com vaig trencar un model familiar aparentment perfecte, idealitzat en les ments de molta gent, inclosa en la meva.El motiu de la primera visita amb la Roser era "em vull separar del meu home”. Havia arribat tot; casa, feina,família, amics, ... tot a lloc, tot ben pintat de colors en una paret blanca. Només hi faltava el rosa. Em vaig adonar que no l’estimava més. Que si ho seguia fent m’estava enganyant a mi mateixa primerament, i a ell.
I aquí va arribar la part de drama. No dic que fos fàcil, al contrari. Però després del xoc de la notícia va venir la part més complicada: buscar dins meu, la introspecció de per què m’havia passat tot allò... de saber qui sóc realment, de reconèixer l’amagatall on havia guardat durant anys i anys la meva essència. I, paral·lelament buscar pis, adaptar-m’hi, "gestionar” la tristesa dels nens, i seguir posant-nos d’acord amb el pare dels meus fills en molts aspectes. Positivitzar les coses bones enmig d’un batibull de penes i dubtes és molt difícil. I lent... per què els sentiments van al seu ritme, no canvien d’un dia per l’altre.
Continuar indagant sobre el per què de la separació, és el què m’ha "salvat”. No n’hi ha prou amb sortir d’un mateix, explotar i trencar la vida que t’asfixia. Ser conscient de tot plegat serveix per no entrebancar-se amb la mateixa pedra..
Quan la Roser em va dir "Molt bé... sembla que estàs al bon camí. No et vull veure més!” amb aquell somriure sempre sincer, se’m va encongir una mica el cor. Era una bona notícia, però allò volia dir que havia de seguir sola, o com a mínim que ja era prou forta per fer-ho. Aleshores ja havia après moltes coses. Havia après primer i bàsic, a ser sincera amb els meus sentiments, a posar límits per respectar-me a mi mateixa. A donar-me l’oportunitat de canviar sempre que vulgui, a redefinir els meus valors i creences. A saber d’on vinc i entendre els passos que he seguit fins a arribar on sóc. A entendre el meu patró familiar i deslligar-me’n, a deixar de carregar coses dels altres a la motxilla. Que cadascú carregui amb el seu pes.
També havia passat un temps prudencial per què les ferides de tots es curessin, prou temps com per establir una nova relació familiar... més sana i sense mal rollos. Si una cosa bona té començar de zero, és que pots anar construint de la forma que vulguis, en el meu cas, amb entesa i comprensió. Sempre mirant pel bé dels nens, mai fer-los servir com a moneda de canvi.
Crec que una separació feta amb sinceritat des del cor, i sense terceres persones ni mal rollos entremig, no és una ruptura definitiva. Ho veig més com el desig d’establir altres vincles amb aquella persona. A dia d’avui, m’entenc molt millor que abans amb el pare dels meus fills, ara som amics..i sobretot, ens comuniquem. Està clar que no li vull cap mal, al contrari. L’estimo! Clar que me l’estimo, ha sigut una de les persones més importants per mi. Hem caminat junts per molts llocs, hem viscut aventures i hem crescut junts durant molt temps. Però les coses canvien, i decidir amb qui, o com vols caminar és un dret que no hem d’oblidar.
Ara farà un parell d’anys que vaig explotar. I en aquests dos anys m’he sentit dir per molts que era valenta. I forta. I uns quants "t’admiro, no tothom n’és capaç”.
Si, pot ser. Jo em sento molt més valenta que abans. I forta. Però això no vol dir que mai més dubti, o que em torni a equivocar (no oblidem que equivocar-se també és un dret!). Però com a mínim sabré adonar-me’n abans, no estaré tant temps enganyant-me. I estic segura que confiant en el meu cor, me’n puc sortir del què sigui. Per què si una cosa he après de la Roser, és que l’amor té moltes formes, i que no només és de color rosa.
"L’amor és infinit” els hi dic als meus fills.. "ja el podeu dibuixar i pintar tant com vulgueu, que no us l’acabareu mai”.Pensar amb el cor, i fer servir el cap i el cos per traduir el seu llenguatge, sempre sincerament, sense enganyar-nos, per què el cap pot ser molt covard quan el cor té por.
Sort!
R.V. 34 anys, del Baix Llobregat.
"Portava anys fent una dieta darrere una altra, fent pujar i baixar el meu pes i la meva estabilitat emocional com si fos una muntanya russa.
Em sentia cada vegada més frustrada per no arribar assolir un pes que tenia idealitzat i que em feia perdre el control de la meva vida.
M’havia anat apagant i aïllant acostumant-me a viure tancada en una "mi mateixa" que cada vegada m’agradava menys.
No em permetia sentir i ni expressar el què pensava i tapava totes les meves ansietats amb el menjar.Hi havia dies que em matava de gana i d'altres que m'afartava.Estava molt ansiosa i sabia que alguna cosa m’estava passant perquè m’estava fent mal a mi mateixa i patia, patia molt.El fet de no escoltar-me em va fer arribar a tocar fons i sentir que era incapaç de fer el meu dia a dia.
Finalment, tot i que em va costar molt, vaig demanar ajuda.No acceptava que tenia un trastorn alimentari i me’n avergonyia.Vaig començar a fer teràpia de grup i les meves companyes em van ajudar a obrir-me i a parlar del què em passava. Vaig veure que hi havia altres persones que també patien el mateix que jo i em van ajudara acceptar que estava malalta.Vaig veure que parlar i expressar m’ajudava a estar millor i vaig decidir fer teràpia individualitzada. Necessitava treure tot allò que em feia patir.
La Roser em va encoratjar a parlar-ne i el sol fet d’escoltar-me a mi mateixa i de compartir amb ella les meves angoixes i pors em va anar alliberant del trastorn.
Em va ajudar a reflexionar sobre molts aspectes de la meva vida, acceptar els meus sentiments i identificar les meves necessitats.Mitjançant un registre alimentari vaig començar a menjar de forma sana i ordenada. Vaig aprendre a anteposar el meu benestar cuidant-me i estimant-me de nou.
Vaig fer exercicis que em van ajudar a posar límits i a fer respectar els meus drets com a persona i els dels altres i això em va donar molta força.
Actualment,em trobo molt millor. He sigut mare recentment i em sento molt orgullosa. Estic molt agraïda amb totes les persones que m’han ajudat. Tan debò hagués acudit a elles molt abans del que ho vaig fer."
P.P.C, 43anys de Sabadell
"Vaig arribar a la Roser per un tema de dinàmica familiar. A partir d’aquí, van anar sortint temes personals que no m’esperava. Vaig descobrir que moltes de les coses que passaven al meu voltant i que em feien sentir malament eren secundàries a la meva actitud. Que tenia moltes emocions guardades que em feien funcionar malament, però tenia por de descobrir-les i es manifestaven en forma d’atacs d’ansietat, insomni i pànic.
He après a escoltar-me i a detectar les emocions i les necessitats que el meu jo té. A entendre que no ho puc controlar tot i que moltes situacions passen sense que jo hi pugui fer res. Que és una feina del dia a dia que no sempre és agradable o fàcil però que ho haig de fer si vull estar bé amb mi mateixa.”
He après a escoltar-me i a detectar les emocions i les necessitats que el meu jo té. A entendre que no ho puc controlar tot i que moltes situacions passen sense que jo hi pugui fer res. Que és una feina del dia a dia que no sempre és agradable o fàcil però que ho haig de fer si vull estar bé amb mi mateixa.”
M.S , 38 anys de St.Perpètua
"Hola me llamo M.S, tengo 38 años y tengo diagnosticada bulimia nerviosa y depresión, aterrice con Roser después de venir de centros especializados en dicha enfermedad y que acabaron de hundirme en la miseria. Cuando empecé mi tratamiento con Roser no era persona, me explico, mi autoestima no existía, ganas de quitarme la vida (con intentos reales) sufrimiento continuo, insultos hacia mi persona.
Las primeras sesiones eran informativas para ponernos un poco al día de cual era mi situación actual, me sorprendió que siempre me escuchaba sin juzgarme, que me trataba bien (en otros centros no era así), al principio fue muy duro pero poco a poco la cosa fue cambiando y yo sintiéndome cada vez mejor, como toda terapia hay altibajos pero nunca he tirado la toalla, con ella es fácil ser sincera y contarle cosas tan íntimas que ni tu misma sabías que sentías. No ha habido ni una sola sesión que yo sintiera que perdía el tiempo, siempre ha logrado que mis visitas con ella fueran especiales y productivas.
Podría extenderme explicando detalles y más detalles pero lo que quiero plasmar es que hoy soy una persona diferente, tengo dos hijos y un marido de los cuales ahora me permito sentir y disfrutar, me siento una persona normal ni por encima ni por debajo de nadie, normal que fantástica palabra.
Cuesta explicar en unas líneas quién era y quién soy pero lo que sí que os puedo asegurar es que tuve la gran suerte de cruzarme con una terapeuta excepcional a la que nunca tendré palabras suficientes para agradecerle que haya encontrado a Mónica la cual estaba perdida y ahora existe. Gracias por haberme ayudado a convertirme en la persona que soy ahora, que aunque aún me queda camino por recorrer la felicidad ya forma parte de mí. "
Las primeras sesiones eran informativas para ponernos un poco al día de cual era mi situación actual, me sorprendió que siempre me escuchaba sin juzgarme, que me trataba bien (en otros centros no era así), al principio fue muy duro pero poco a poco la cosa fue cambiando y yo sintiéndome cada vez mejor, como toda terapia hay altibajos pero nunca he tirado la toalla, con ella es fácil ser sincera y contarle cosas tan íntimas que ni tu misma sabías que sentías. No ha habido ni una sola sesión que yo sintiera que perdía el tiempo, siempre ha logrado que mis visitas con ella fueran especiales y productivas.
Podría extenderme explicando detalles y más detalles pero lo que quiero plasmar es que hoy soy una persona diferente, tengo dos hijos y un marido de los cuales ahora me permito sentir y disfrutar, me siento una persona normal ni por encima ni por debajo de nadie, normal que fantástica palabra.
Cuesta explicar en unas líneas quién era y quién soy pero lo que sí que os puedo asegurar es que tuve la gran suerte de cruzarme con una terapeuta excepcional a la que nunca tendré palabras suficientes para agradecerle que haya encontrado a Mónica la cual estaba perdida y ahora existe. Gracias por haberme ayudado a convertirme en la persona que soy ahora, que aunque aún me queda camino por recorrer la felicidad ya forma parte de mí. "
S.LL, mare de la T.P 10 anys, de Argentona
En poques sessions es va notar un canvi molt gran a casa. Tant amb els horaris, com amb la convivència (ja no discutíem cada vespre perquè anés a dormir), com amb la comunicació entre nosaltres..."
"Vaig portar a la meva filla de 10 anys a veure la Roser perquè els vespres a casa eren un infern.
Cada dia, quan tocava anar a dormir, la meva filla ens deia que tenia mal de panxa, o mal de cap, o mal a l’esquena… sempre hi havia una motiu o altre que feina que no dormís al seu llit sola. Acabava al nostre llit i això feia que amb el meu marit sempre discutíssim.
La Roser va donar exercicis a la meva filla on la va ajudar a expressar les seves pors d'una altre manera, no a través dels mals i a nosaltres als pares ens va donar unes pautes a seguir amb la nostre filla.
En poques sessions es va notar un canvi molt gran a casa. Tant amb els horaris, com amb la convivència (ja no discutíem cada vespre perquè anés a dormir), com amb la comunicació entre nosaltres..."
S.A., 37 anys, Baix Llobregat
La meva historia parteix de la mor de la meva mare, no sabia com canalitzar el meu dolor i la meva enyorança i això amb va portar a un estat ansiós-depressiu.
La seva enfermetat em va canviar el caràcter i em va convertir en una persona plena de pors, patidora i alhora massa perfeccionista. Per estar tranquil.la havia de tenir-ho tot controlat, inclòs la vida dels que m'envolten.
Vaig conèixer a la Roser de manera casual quan vaig demanar visita amb un psicòleg al Hospital General de Catalunya. Amb ella vaig tractar la meva tristesa i sobretot em va ensenyar a tornar a ser la noia que era abans de la mort de la mare.
Anys més tard, a causa del meu embaràs vaig tornar a recaure amb el dol, ella ja no passava consulta a l'Hospital però jo tenia molt clar que havia de fer la teràpia amb ella.
La Roser ha aconseguit que pugui expressar els meus sentiments, cosa que era impossible, ara tinc una relació més oberta amb totes les persones que m'envolten, estic treballant les emocions amb ella i superant les pors, i sobretot ha aconseguit que el record de la meva mare no em produeixi tristesa.Estic molt contenta perquè puc parlar-li al meu fill de la seva àvia sense posar-me a plorar.
M.R, 34 anys, Barcelona
"Feia anys que tenia problemes amb el meu cos, amb el pes, i amb les dietes. Havia perdut 40 kilos, però mai era prou. Havia fet teràpia amb una altra psicòloga que no havia sabut diagnosticar-me i ajudar-me.
Quan vaig anar a parar la Roser portava més d’un any malalta, em sentia atrapada i era molt tancada respecte al què em passava, però necessitava urgentment una mà que m’estirés. Des del primer moment les sensacions amb ella van ser molt positives.
El que més destacaria és que hi vaig confiar plenament en molt poc temps, primer perquè vaig sentir que la seva motivació principal no era econòmica si no l’interès genuí per ajudar-me a restablir la meva salut mental, i sobretot perquè no em vaig sentir jutjada, tot el contrari, estar amb ella era entrar en un espai de comprensió i acceptació, i allò era just el que jo més necessitava: li explicava coses que em semblaven molt vergonyoses i que no havia explicat mai a ningú, i sentia com si ella hagués estat dins el meu cap i sabés perfectament com em sentia. A més, ella transmetia aquella sensació de seguretat personal, tranquil·litat i pau que tant em mancava a mi...
La Roser em va diagnosticar bulímia no purgativa,i varem fer teràpia en un petit grup de noies durant més d’un any. A mesura que avançàvem en la teràpia i la malaltia anava desapareixent, les sessions van anar esdevenint individuals per treballar els assumptes personals no resolts que havia arrossegat des de sempre, i que m’havien fet emmalaltir.
A dia d’avui estic curada i tinc l’alta, i sento que he passat per un procés de transformació personal que m’ha ajudat a trobar-me a mi mateixa i a saber qui sóc realment. He après a acceptar que ni la vida ni jo som ni podem ser perfectes, i això ja no em provoca angoixa.
El meu pes i el meu aspecte ja no centren la meva vida, he reajustat la meva relació amb la meva família i amics, he començat a estudiar una altra carrera (psicologia, precisament!) amb l’objectiu de redirigir la meva vida professional, i he trobat una parella i sóc capaç de donar i rebre amor.
Ja no sento la necessitat de controlar-ho tot, perquè he après a confiar en mi mateixa i en el futur, em sé forta i capaç de resoldre qualsevol situació que se’m presenti. La Roser em va donar eines perquè aprengués a cuidar-me i a estimar-me, i també em va ajudar a que jo mateixa trobés el meu propi camí.
Al despatx de la Roser, el primer dia, hi va entrar una eruga desorientada i malalta, i tres anys i mig després en va sortir una papallona de colors vibrants que vola... "
La mateixa Testimoni va escriure la seva experiència en un blog, aquí la teniu...